HECTOR “El Flaco” LUDUEÑA (1927-2016)

El domingo falleció el "flaco"Ludueña como todos lo conocían ,por muchos años secretario administrativo de la Asociación Riocuartense de Basquet ,un hombre ligado al deporte de la ciudad desde muy joven .Gracias Omar Isaguirre.

Hace unas horas ha fallecido en nuestra ciudad quien transformó su simpática persona en personaje. Hasta no hace mucho tiempo, “El Flaco” Ludueña fue un caminante perpetuo -como atleta que fue- de la calle San Martín, en idas y vueltas al centro, con múltiples ocupaciones que acumulaba en su impenitente portafolios. Don Héctor Ludueña estaba muy cerca de cumplir noventa años, gran parte de ellos dedicado a la burocracia administrativa del deporte local, primero en la Asociación de Basquetbol desde 1950, luego en la Liga de Fútbol, hasta en Gorriones Rugby Club. Su esbelta figura corporizaba el secretario perfecto, el óptimo conocedor de los reglamentos, el prolijo redactor de las actas; hombre apto para impartir justicia desde los tribunales de disciplina, y vaya lo hizo!; fue el veedor serio y responsable de partidos trascendentes. Tenía la impronta del suboficial del Ejército que fuera, en eso del orden, la disciplina y el respeto a ultranza. Se formateó en los escritorios, desde aquel perito mercantil del Colegio Comercial de Rosario, egresado en 1944. Si hubiera que definirlo, diría que don Héctor fue un tipo integro, noble, intachable.
Ludueña fue un atlético jugador de fútbol, espigado zaguero central izquierdo. Jugó para el lejano Atlético Kilómetro 136 de la vieja Liga Independiente de Río Cuarto, donde fue campeón en 1949 y 1951. Simultáneamente defendió la “albiceleste” del Centro Cultural Alberdi, donde fue campeón del “Preparación” de 1952 junto a Oscar Alberto “Fatiga” Massei, Juan Carlos “Ganchi” Albello, Sebastián Miralles, Carlos Adán Toledo, Juan Ramón Núñez y tantos más. A raíz de un traslado profesional, tuvo un paso por Argentino de La Pampa (en la foto, el tercero arriba a la izquierda), allí logro ser campeón de ascenso 1963 en la Liga Cultural.
Entre tantos recuerdos imborrables del “Flaco” Ludueña, estaba aquél partido ante Rosario Central por los pases de Albello y Massei en cancha de la Liga. Dicen que ese día el novato periodista Mario Palacio le hizo su primer reportaje para LV16, desde el propio campo de juego. Ese mismo año, grabó para sí una anécdota irrepetible. Fue el domingo 6 de julio de 1952; al mediodía, jugó para Kilómetro ante Sportivo Progreso, al vencer 2-0 fue campeón del “Apertura” de la Liga Independiente. Pero no pudo festejar, un automóvil lo esperaba para ir urgente a la cancha oficial donde Alberdi jugaba la final del “Preparación” contra Talleres de Las Higueras. Se fue cambiando en el camino porque llegaba sobre la hora. Alberdi ganó 2-1 y fue campeón, pero tampoco pudo festejar el título. Por un encontronazo con el jugador rival Álamo, se fracturó una pierna y debió ser hospitalizado. Al tiempo volvió a las canchas y siguió varios años más.
En otro orden, amaba la filatelia y la numismática por añadidura, cientos de originales piezas ocupaban álbumes, sobres, cajas y frascos con estampilla y monedas, en particular argentinas. ¿Qué será de esas colecciones, ahora? ¿Cómo será la soledad de estos seres inertes, ante la ausencia de su señor y amo? Justamente el Centro Filatélico, el Centro Honor y Patria también supieron de su concurso eficiente, tanto para hacer una exposición, como para levantar un panteón, según fuera menester, útil o necesario.
En 2005, Darío Ranco por la Federación Cordobesa de Fútbol le entrego una merecida plaqueta; el “Apertura” de básquet 2010 se llamó: Héctor Ludueña. Homenajes al fin, seguro hubo algunos más entre cenas, medallas y pergaminos.
Ha partido un hombre valioso, trabajador, honesto, recordable. Nació el 28 de marzo de 1927 en el hogar de Rosa Narcisa Cóccaro y Ramón Valentin Ludueña. Estuvo casado con Élida Ana Trobato, tuvieron dos hijos. Desde hoy descansa en la tierra “de los vientos” que lo vio nacer. Allí sólo hay paz.